Barnes Mallorca le ofrece esta magnífica propiedad histórica de 900 años, que disfruta de una privacidad excepcional gracias a su terreno de 260.000 m², situado en el auténtico interior mallorquín, entre Llucmajor y la famosa playa de Es Trenc.
Desde la entrada, un camino privado de 1,5 km, bordeado de olivos, le lleva hasta la finca, proporcionando una sensación inmediata de paz y serenidad.
La finca, restaurada con gusto y materiales de alta calidad, combina a la perfección el encanto de lo antiguo con el confort moderno. Con una generosa superficie de 1.000 m², esta propiedad ofrece prestaciones de alto nivel y una historia que se remonta al siglo XI.
La finca principal cuenta con 11 amplios dormitorios, cada uno con un lujoso baño en suite y vestidor, algunos de ellos con su propia terraza privada.
Podrá disfrutar de una cocina independiente totalmente equipada, así como de una amplia zona de estar y comedor interconectadas.
La propiedad también dispone de dos casas de invitados, cada una con una cocina, un salón, un dormitorio con baño en suite y un aseo independiente.
Cada apartamento tiene su propia entrada, lo que garantiza una privacidad óptima y funcional.
El jardín es un verdadero oasis, realzado por una vegetación mediterránea perfectamente armonizada con los espacios, creando patios idílicos y varias terrazas acogedoras.
La piscina, situada en una zona ligeramente apartada, le permitirá disfrutar de los días soleados con total privacidad, rodeado de naturaleza y en un ambiente de tranquilidad absoluta.
La finca ofrece un confort moderno único, incluyendo aire acondicionado reversible y calefacción central de gasoil en todas las estancias.
Las ventanas y puertas de doble acristalamiento garantizan temperaturas agradables y confortables durante todo el año.
La propiedad dispone de su propio pozo, así como conexión a la red eléctrica e internet.
Gracias a su ubicación privilegiada, podrá llegar al aeropuerto en solo 20 minutos y a Palma en 25 minutos.
Las mejores playas del sur están a solo 10 minutos.
Vivir en esta propiedad histórica le permitirá disfrutar de uno de los rincones más auténticos de la isla, rodeado de una exuberante naturaleza, en calma y con total privacidad.