En uno de los rincones más emblemáticos de Mallorca, Fornalutx —pueblo de postal en plena Sierra de Tramuntana— se esconden estas dos fincas del siglo XIX cargadas de carácter y potencial. Rodeadas por naturaleza y silencio, y asentadas sobre un terreno de más de 21.000 m², estas propiedades ofrecen una experiencia de vida auténtica en el corazón de la isla.
Con una superficie construida de 965 m², las casas conservan el encanto de lo antiguo: vigas de madera, piedra vista, y una arquitectura que respira historia. En total, se distribuyen 10 dormitorios y 4 baños, pensados tanto para la vida familiar como para acoger a huéspedes que busquen algo más que un lugar donde dormir.
Ambas viviendas cuentan con una valiosa licencia de alquiler vacacional, lo que abre la puerta a múltiples posibilidades: desde una gran casa de retiro familiar, hasta un encantador alojamiento rural con alma mallorquina.
Entre sus atractivos, destacan los amplios jardines con rincones íntimos, una piscina con vistas a la montaña, garaje privado y diferentes espacios de almacenamiento. Las terrazas abiertas al paisaje ofrecen una conexión directa con el entorno natural, ideal para disfrutar de atardeceres inolvidables.
La cocina, con su despensa tipo mayordomía, evoca tiempos en los que cocinar era un arte cotidiano. Aquí, cada rincón invita a imaginar una vida más lenta, más real, más conectada con lo esencial.
Esta propiedad no es solo una inversión: es una invitación a crear un hogar con historia, en un lugar donde el tiempo parece detenerse y la belleza se respira en cada esquina.
